Los libros son maravillosos. Pero a estas alturas del siglo XXI hay dispositivos electrónicos que nos permiten disfrutar de la obra literaria sin consumir recursos finitos. Como el papel. Por mí, no corten más árboles. No hace falta. Por si no se han enterado, señores editores, ya se ha inventado el eBook.
Cada vez que te descargas un eBook, Dios salva un árbol. Y un gatito también.